- Aseguran que la organización les presiona para elegir destino o fallan en garantizar la asistencia sanitaria, psicológica o la petición de asilo, derechos que les corresponden por el Convenio de Ginebra.
- Cruz Roja presume que esta campaña de denuncia nace de un “profundo desconocimiento” de su trabajo y una falta de “contexto”
La cuestión migratoria ha vuelto al centro del debate público por factores como el aumento temporal de la llegada de migrantes a las costas de la Frontera Sur o los desembarcos del ‘Aquarius’. Ahora un conjunto de activistas y asociaciones han decidido denunciar “las graves carencias, irregularidades y falta de control en el sistema de primera acogida realizado por Cruz Roja”, detectadas desde principios de verano. Según critican, la institución, que recibe una subvención de 1.984.000 euros al año para dar una atención digna a estas personas recién llegadas a nuestro país, incumple sus obligaciones.
Bajo el hashtag #MentirasFronteraSur y con un Informe de monitorización del sistema de acogida bajo el brazo, activistas independientes y colectivos han emprendido una campaña contra la institución por el trato que da a los migrantes cuando llegan a los centros de recepción primaria, Centros de Atención Temporal (CATEs) y otros espacios eventuales habilitados por ayuntamientos y por el Gobierno. Denuncian que les presionan para elegir destino o fallan en garantizar la asistencia sanitaria, psicológica o la petición de asilo, derechos que les corresponden por el Convenio de Ginebra.
Experiencia de un voluntario del Ayuntamiento de Madrid
También aseguran tener constancia de que al menos 24 autobuses con un total de 1.500 personas han sido fletados en el último mes a centros de Cruz Roja en Madrid, Bilbao, Valencia, Barcelona, Málaga, Granada, Zaragoza, Mérida y Guadalajara. Según los activistas, los viajes se realizaron muchas veces en malas condiciones, sin acompañamiento de los profesionales de la institución. Una vez que llegan a su destino, muchos migrantes se encuentran “abandonados a su suerte”, denuncian.
No obstante, Cruz Roja presume que esta campaña de denuncia nace de un “profundo desconocimiento” de su trabajo y una falta de “contexto”. Según explica a cuartopoder.es José Javier Sánchez, responsable de Migraciones de Cruz Roja, este año el volumen de trabajo de la institución ha sido mucho mayor. En 2016 ayudaron a 10.490 personas que llegaron en patera y tan solo en estos dos últimos meses a 14.060. “Desde primeros de julio hemos atendido a muchas más personas que las que atendimos en todo el año 2016”, destaca el portavoz. Para recibir a los migrantes, se han abierto polideportivos en varias ciudades llegando a las 884 plazas, que esperan ampliar a 964 a finales de mes.
Cuando un inmigrante irregular llega a España en patera se le priva de libertad un plazo máximo de 72 horas, tiempo utilizado para identificarles y entregarles la orden de expulsión. A diferencia de los marroquíes, las personas de origen subsahariano suelen pasar al sistema de acogida, que según explica Sánchez, es de tres meses pero puede ampliarse hasta seis meses en casos de especial vulnerabilidad. Por el aumento de llegadas, el representante de Cruz Roja admite que algunas personas ven sus estancias reducidas a cinco días en los centros de acogida, pero asegura que “ninguna persona se queda en la calle”, ni siquiera cuando se les deriva a otras ciudades.
Los activistas impulsores de la campaña niegan la versión de Cruz Roja. “Hacemos asistencia para que las personas no se queden en la calle”, asevera Paola, voluntaria de Málaga que pertenece a Emergencias Frontera Sur, una red que pone en contacto a activistas independientes y a colectivos que trabajan con migrantes en todo el Estado como Plataforma Ciudadana del Estrecho, Ongi Etorri o València és Refugi, entre otras muchas. Canal Refugiadxs, que hace de paraguas para las múltiples organizaciones y voluntarios, es de donde parte la iniciativa de Acogida Digna.
Luis es otro activista de Emergencias Frontera Sur, perteneciente al colectivo “CIES No Motril”, y se dedica a repartir ‘flyers’ informativos en Motril (Granada) a los migrantes, donde les facilita números de teléfono de organizaciones y activistas a quienes pueden llamar para recibir ayuda al llegar a su destino. Es una práctica que los voluntarios del sur dicen realizar con frecuencia en presencia de Cruz Roja.
Los compañeros y compañeras activistas de lugares como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao les trasladan que las personas llegan desorientadas, con una notificación de acuerdo de devolución firmada de la que desconocen totalmente el contenido, y sin ningún tipo de asesoramiento e información sobre asilo y protección internacional. Paola recuerda a un joven de Guinea Conakry, quien le contó que solicitó asilo, pero que la Policía de Motril se lo negó. Después lo trasladaron a Cruz Roja con Granada y la institución, según su versión, le dijo que no podía pedir asilo allí.
FUENTE: https://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2018/08/23/denuncian-fallos-sistema-de-acogida-cruz-roja/